La mirada, su mirada, logra una candidez pasmosa. Ella se evidencia tan serena que sorprende. Tan contundente al expresar o abrir un concepto que, a la vez, genera una inmediata atracción. Así se muestra Joan Benoit. En verdad, así es esta mujer de 62 años y 1,57 metros de altura. La tez curtida y el cabello color ceniza irradian una energía eléctrica que impactan. De pocos ademanes, es verdad, pero de absoluto respeto e interés para hacerse entender. Tan detallista y atenta que emana un respeto más allá de un palmarés deportivo que la tiene como la primera mujer en ganar el maratón olímpico de Los Ángeles 1984, los maratones de Boston, Chicago y Eugene, entre otros.

Su historia, es cierto, inspira y motiva tanto que los minutos a su lado, por pocos o muchos que fueran, provocan un deseo fervoroso por aprender de su historia. “Amo tanto correr que ver a tantas personas haciendo lo mismo es una enorme motivación”, dice mientras le solicita a un mozo una botella con agua. El calor abraza la previa del lanzamiento de la nueva Nike Zoom Vaporfly Next%, la zapatilla con la que los atletas están batiendo récords en todas partes del mundo. Asimismo, en su visita a la capital chilena sirvió como puntapié del maratón de Santiago de Chile que, en 2020, se correrá el próximo 19 de abril. “Fue realmente un sueño ser la primera mujer en ganar un maratón olímpico. Todavía me quedan algunos desafíos por cumplir: en marzo estaré corriendo el Maratón de Tokio y en abril quiero correr en Londres y así completar seis décadas corriendo los seis World Marathon Majors”, detalló en una charla tras el anuncio oficial en el Centro Cultural La Moneda, a pocos metros del punto de partida y meta del evento atlético más importante del país trasandino.

-¿Qué opinás del Ineos Challenge de Eliud Kipchoge y su intento de bajar las dos horas en la distancia de maratón?

-Me gustaría que veniera a Santiago de Chile a tratar de bajar las dos horas. Creo que es capaz de bajar las dos horas en la maratón. Estuve en Monza, cuando estuvo realmente cerca. Mi único deseo, hubiese sido que fuera en una carrera real como la de Santiago o la de Boston, donde la gente pueda hacer el mismo recorrido que él y que después puedan decir que hicieron el mismo recorrido; esto inspiraría a mucha más gente a hacer nuestro deporte.

-¿Por qué el atletismo en el caso de los corredores de elite y el running en el de los aficionados genera una atracción comparable con una sana adicción. Adicción al ejercicio físico, un ítem tan importante en un mundo cada vez más globalizado?

-La elevación de endorfinas es algo muy característico cuando entrenamos, y cuánto más lo hacemos más crece. Pero puede haber inconvenientes si las personas dejan de prepararse. Me gusta incentivar a todos los runners a que encuentren otras actividades, puede ser ciclismo o natación, o hasta una caminata, pero que siempre tengan algo que les haga gastar esa energía que nos ayuda a mejorar nuestra autoestima. El problema del ciclismo es que me lleva más tiempo que el running en lograr ese punto donde encuentro la misma sensación.

-¿Qué opinión le merece el maratón de Doha? Las tribunas vacías y las casi 30 deserciones…

-Hubo tiempos muy rápidos y competitivos a pesar de la falta de gente en las tribunas. Con respecto a la maratón femenina, la ganadora hizo un muy buen tiempo, y espero que las que no hayan podido completar el recorrido, se puedan recuperar rápidamente. En los comienzos de mi carrera recuerdo haber corrido un maratón en un clima realmente cálido, el de Auckland, Nueva Zelanda en 1982. El horario de largada era a las 6 de la tarde, y la temperatura ambiente era de unos 98 grados Farenheit (36º Centígrados) y el pavimento de unos 106 (41ºC), e hice un tiempo de 2h31m ¡Todavía no se como! Los maratonistas son atletas extremadamente bien entrenados, yo entreno en Maine donde actualmente tenemos las 4 estaciones bien diferenciadas, lo que me hace ganar distintas fortalezas. Un invierno ventoso y nevado, y un verano caluroso y húmedo, creo que los atletas se pueden beneficiar de este tipo de variaciones. También es importante el entrenamiento en altitud, porque fuerza al cuerpo a forzar el motor, y de esta forma te volvés más fuerte.

-Desde que existen las estadísticas de los finishers de maratón, cada vez son más lentos los corredores. ¿Crees que se le ha perdido el respeto?

-Creo que eso es verdad entre las masas, los corredores recreativos. Pero no entre los corredores de Elite, tomemos el ejemplo de lo que está haciendo Kipchoge. Nuestro deporte se ha abierto a personas de todas las edades y habilidades; cuando atraes a más gente, por supuesto eso conlleva que sean menos experimentados. Por eso es importante que una maratón como la de Santiago tenga no sólo los 42K, sino también 21 y 10. Creo que cualquiera que está por hacer su primera carrera ese fin de semana, puede empezar con los 10K, y después fijarse como meta hacer los 21 el próximo año y los 42 el otro. Yo personalmente creo, y lo he discutido con muchas personas, incluído Jeff Galloway (corredor de los 10 mil metros en los Juegos Olímpicos de Munich de 1972 para Estados Unidos) que tiene un programa para Correr y Caminar, que se puede lograr que la gente termine una maratón caminando y corriendo, pero no estas realmente corriendo un maratón si caminas y corrés como estrategia. Hay que dejar algo en claro: no es lo mismo hacer un maratón que correr un maratón. Y cómo la gente está haciendo maratones, los tiempos se vuelven más lentos.

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