Mantener vivo el instinto de superación en Mar del Plata

Franco Salazar, uno de nuestros fans y que suele compartir sus historias con nosotros, nos comparte su relato de la Maratón de Mar del Plata:

Un año largo, intenso, lindo pero movidito. El running no puede ser ajeno a esto y también mi cuerpo siente ese cansancio físico y mental. Si algo aprendí en este tiempo es a escucharlo, a sentirlo y atender las señales que manda.

Así encaré esta carrera como un comienzo de vacaciones, para disfrutar del paisaje, de la compañía de los compañeros de Elite Running Team, de la hospitalidad de la familia Rodriguez y de la radiante Mar del Plata, vestida de temporada, para recibir a los casi 10.000 inscriptos sumando los 10 k, 21k y 42k.

 Sugestionado por una alguna molestia física, las subidas y el viento, la intensión de movida era tener unos 21k muy tranquilos, pero como siempre unos pocos kilómetros bastan para olvidar todo eso que antes mencionaba. Atento pasaban los km más quedaba impactado con la belleza de esa costanera que con el sol en plenitud brillando en el fondo bien podía ser una postal de esta ciudad.

Las subidas actuaban como picadoras de piernas aunque las bajadas además de aumentar la velocidad también aumentaba la adrenalina. En general el circuito es divertido, el atractivo geográfico, el calor de la gente y la infraestructura de Mar del Plata otorgan a esta carrera la jerarquía que tiene. 

Hasta el km 16 fui con aire, no tanto de piernas pero sabiendo que me daba para llegar a la meta y según las cuentas que involuntariamente hago mientras miro el reloj me sobraba para mejorar mis tiempos. Pero al girar en calle Constitución y retornar por la misma costanera el viento que me venía trayendo se me volvió en contra. Anímicamente demoledor,  físicamente destructivo. Faltando solo dos km el tiempo me seguía dando aunque no podía aflojar ni por un segundo. 

En el último km hice lo contrario a toda la carrera, antes trataba de no pensar en nada, por momentos me salía por otros no. Pensé entonces en mi familia, en Simón y en Vane que ahora también me acompaña en esto, pensé en EliteRuningTeam, en las pasadas de subida que el profe Ezequiel nos hizo hacer de cara a la preparación de este desafió, de Belo y el all the night.. Pensaba en todas las razones por las que corro, en los pequeños logros pero fundamentalmente en los sueños que aún aguardan ser abrazados.

En fin, el tiempo fue de 1.44.38, reduje en dos minutos mi marca personal en media maratón, es nada, y todo a la vez, porque esto es lo que mantiene vivo el instinto de superación, que caracteriza el deporte.