Natálie Lehmanová es una fotógrafa y corredora checa, que en noviembre de 2020 tuvo que someterse a la amputación de su pierna derecha.

Desde los 12 a los 25 años, la checa Natálie Lehmanová tuvo que usar muletas para poder movilizarse. Distintas complicaciones que le aparecieron por una cirugía que le realizaron para corregir un defecto de nacimiento la llevaron a tomar una difícil decisión. Una que le cambiaría la vida, para siempre.  A los 16 años se sometió a 12 operaciones y tuvo que pasar casi toda su juventud en rehabilitación. Por eso, y a pesar de dudar, una tarde asumió que a partir de una amputación su vida sería otra. ¡Y vaya que lo fue! 

La amputación voluntaria dejó atrás el dolor permanente y las limitaciones que sufría por este problema. Antes de la intervención, Natálie visitó 18 hospitales. Todos y cada uno rechazaron su pedido

Sin embargo, después de ocho meses sin bajar los brazos, lo consiguió, y como ella menciona, ese momento le dio la “libertad” que tanto anhelaba. “Aunque a algunos les pueda parecer brutal, para mí fue el último recurso para volver a la vida normal”, dijo Lehmanová en una entrevista con la revista Vogue

Tras la amputación, la checa no se quedó de brazos cruzados. Quería vivir, quería recuperar el tiempo que sintió haber perdido. Su premisa era una: correr. Sí, correr. Esa sensación, la brisa corriendo por su rostro marcó su nueva vida. Esa sensación la empoderó como nunca antes. El tap tap tap tap tap de sus zapatillas sonando contra el asfalto se convirtió en una melodía bella, única para sus oídos. Su mente, en ese instante, se conecta con su alma y esa liberación se tornó en su combustible espiritual. 

No acepté que tuviera que renunciar a todo lo que me hacía feliz y me impulsaba a seguir adelante”, contó. Y sumó: “Hoy puedo hacer lo que quiera con la prótesis, por ejemplo, esquí de fondo, bailar, escalar la pared o incluso andar en wakeboard”.

Donde tal vez muchos ven problemas por someterse a un tratamiento semejante, ella encontró una oportunidad. “No pude correr hasta los 25 años, así que ahora correr significa libertad y nuevas experiencias para mí. Cada kilómetro es otro imposible que hago posible y cada logro me hace más fuerte. Quiero inspirar a las personas con capacidades diferentes a creer que también pueden romper sus propias barreras, por grandes o pequeñas que sean”, explicó Lehmanová

Luego de la operación se mentalizó para empezar a correr y, para eso, se unió a la asociación No Foot, que ayuda a los amputados a volver a una vida activa. Lehmanová afirma que gracias a ese grupo de contención logró tabicar y potenciar su vida. “Operarme me dio una oportunidad que antes no había vivido: probarme en muchos deportes nuevos. Salir, moverme por mis propios medios. En definitiva, ser yo misma”, sostuvo. 

Actualmente es miembro del equipo que se encarga de motivar a nuevos pacientes para probarse que pueden ser parte del mundo del deporte. 

Como una artífice del lema “Impossible is Nothing”, Lehmanová se convirtió en una abanderada de Adidas para fomentar los espacios y los hábitos para vivir de manera saludable. En sí, la marca alemana tiene en la checa una persona que celebra la naturaleza personal del correr, sin importar las barreras ni los obstáculos. Como tantos miles de runners, Natálie corre a diario por una razón y una motivación: contarle al mundo que puede y, sobre todo, que quiere. “Estoy tan contenta de estar representando el lema ‘Cada contratiempo tiene un regreso’. Espero firmemente que, si cualquier niño o incluso un adulto que es de alguna manera ‘diferente’ lo vea, les dé esperanza de que nada es imposible”, resumió la atleta.

Natálie es parte de la última campaña de adidas “Para correr sólo haces falta vos”, que busca inspirarnos y encontrar en el deporte un lugar para estar más conectados con nosotros. Podés conocer más en: adidas.com.ar/running

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