Una foto, una historia: Los flashes de la pista se los llevaron ellas
Fueron los primeros Juegos Olímpicos, desde 2008, sin Usain Bolt y Michael Phelps como grandes figuras. En la previa, las luces apuntaban a Armand Duplantis, Trayvon Bromell y Noah Lyles (para algunos, el sucesor de Bolt). Pero más allá del oro del sueco en salto con garrocha, no cumplió con las expectativas que había sobre su figura.
Las que sí cumplieron fueron las velocistas jamaiquinas, que con Elaine Thompson a la cabeza se llevaron el oro en 100, 200 y la posta 4×100 metros, dominio casi absoluto en la velocidad –la bahameña Shaunae Miller ganó los 400-. Además, Thompson batió el récord olímpico de Florence Griffith Joyner, vigente desde Seúl 1988, de 10.62 segundos, por una centésima. Con estas tres conquistas, llegó a las cinco preseas olímpicas, con solo 29 años y un futuro por delante.
También, tuvo una actuación destacada Shelly-Ann Fraser-Price, plata en 100 metros y oro en la prueba 4×100. Con 34 años, alcanzó las siete medallas en Juegos Olímpicos y quedó a solo una de Bolt. Este ciclo olímpico durará tres años y llegaría a París con 37, la edad no sería un problema para 2024.
Shericka Jackson no se quedó atrás, ya venía de una buena performence en Río 2016 (bronce en 400 metros y plata en la posta 4×400), por eso, su aparición en Tokio no fue una sorpresa. Completó el podio 100% jamaiquino en los 100 metros, con un bronce, repitió el tercer puesto de Río en la 4×400 y se colgó su primer oro en los 4×100, junto a Thompson, Fraser y Briana Williams.
Ver esta publicación en Instagram
En cuanto a los varones, el único oro de Jamaica lo ganó Hansle Parchment, en los 110 con vallas. En la misma prueba Ronald Levy, también del país caribeño, consiguió el bronce y el podio lo completó Grant Holloway, el gran candidato en la previa a los Juegos. Además, Yohan Blake no pudo superar el corte de las semifinales en los 100 metros. Jamaica extraña y extrañará a Bolt, pero tiene con que ilusionarse de la mano de sus velocistas.
Ellas, las herederas del linaje boltiano, se quedaron con el protagonismo en los Juegos más inclusivos hasta hoy (en Tokio se alcanzó el 48,2% de mujeres). Ellas, las dueñas de los flashes, las que se animaron a marcar el camino.