Aggy Ferrari: “Correr me sirve mucho para desenredar rulos de mi cabeza”
Se define como una entusiasta corredora que conoce y reconoce ciudades a partir de salir con sus zapatillas; “hay lugares que te estimulan, que tienen olores y sensaciones únicos. Pasas por puentes, bosques, túneles, es otra experiencia, es un tour”, dice.
“El hecho de correr en mi vida fue cambiando con el tiempo”, dice Aggy Ferrari mientras se acomoda en un moderno bar de la ciudad de México, desbordada de personas y de música. “Empecé simplemente como una actividad física. Hace bastante que mi ritmo de vida es dinámico, lo que representa que no tengo horarios fijos, viajo mucho, y siempre me gustó hacer deporte”, agrega la fotógrafa y especialista en publicidad y contenidos que a través de su “curada” cuenta de Instagram muestra imágenes de calidad que reflejan su espíritu aventurero, sin perder la cotidianidad del día a día de la crianza de su hijo Hans y su manada de perros. Por eso, dice, encontró en el running algo era versátil y dinámico que se adaptara a su día a día. “Puedo salir a correr en cualquier momento, si viajo sólo necesito llevar un par de zapatillas y cada salida era un desafío”, explica en la presentación de las Nike Joyride, el nuevo calzado de la marca de Oregon.
El paso a paso fue lento pero constante para Aggy y cada nuevo kilómetro la ayudó a que correr se convierta en una verdadera terapia en zapatillas. “Al principio me costaba mucho, pero después cada minuto o metro de más era ganancia, sentir que lo había logrado. Me fui superando y sintiéndolo como un logro. Después se sumó que aparte de ser un deporte, comenzó a ser una terapia”, cuenta la corredora de 33 años.
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A veces buscamos un running fácil y divertido. #NikeJoyride como respuesta a eso. @nikerunning.
-Hablás de terapia… ¿terapia para…?
-Terapia y tiempo conmigo misma, paso mucho tiempo rodeada de gente y a veces es difícil desconectar. Ponerme las zapatillas y salir a correr… era como estar en el presente, mi cabeza y yo. Me sirve mucho para desenredar rulos de mi cabeza. Es un ida y vuelta constante entre tu cabeza, tu cuerpo, estímulos externos, pero la terapia más que nada siempre fue conmigo misma. Sentía que después de cada salida volvía más liviana, liberada psicológica y corporalmente.
-¿Te ayuda a ser más creativa?
-Sí, 100%. El hecho de salir a correr me ayuda a despejarme y a que mi conciencia fluya de manera constante. No como inspiración, sino como orden de cabeza, pensar en temas que no puedo pensar mientras hago otras cosas.
-Si uno ve tu perfil, vos practicás los deportes que popularmente son considerados “cool o divertidos” (NdE: Aggy practica snowboard, surf y se desenvuelve con soltura en todo lo que sea una tabla) y sin embargo el running ocupa un lugar importante en tu vida…
-Los deportes que practico los realizo en lugares que requieren características que no tiene Buenos Aires: pendientes, mar, montañas; entonces, el running es un complemento perfecto para estar en estado cuando encaro los otros deportes. Como digo siempre, no entreno para algo puntual, sino para estar preparada para lo que venga. Si voy a hacer snowboard, el running me da mucha fuerza en las piernas, entonces tengo que tener fuerzas y estado, para poder hacerle frente a la montaña. Y también hay que estar lista para cuando se presentan las oportunidades. Al estar vinculada con Nike, hay veces que se me presentan propuestas de carreras o de ir a lugares que requieren tener estado físico, poder pasarla bien y ser parte.
Justamente, Aggy ya corrió un maratón, el de Nueva York en 2018 y ahora se prepara para correr otra de las grandes citas maratonianas a nivel global: Chicago. “Cuando corrés un maratón te sentís increíble con vos mismo y con el saber que uno puede lograr algo así. Plantearse un objetivo y lograrlo. Fue una de las mejores experiencias que tuve”, detalla. Y continúa: “Es bastante sacrificio, hay que dedicarle bastante tiempo, no es algo simple ni fácil, ni de un día para el otro. Me parece que es como un logro personal que está buenísimo. No solo para tacharlo de la lista de cosas aspiracionales que uno quiere hacer, sino sentir esa palmada de autoapoyo, sabiendo que uno puede lograr lo que se propone”.
-¿Te sorprenden las iniciativas que te proponen?
-Sí, totalmente, yo nunca me consideré runner, hasta que realmente me empecé a fanatizar. No pertenezco a ningún club ni running team. No suelo leer muchas notas ni sitios, corro hace 5 o 6 años y hace poco tuve que Googlear qué significaba “PB” (NdeR: PB hace referencia a personal best o mejor tiempo de un corredor en una distancia). Disfruto mucho de la actividad y me empezaron a convocar a eventos y acciones y ahí sentí que pertenecía. Uno se vuelve fanático del running cuando lo necesita. Si me voy de viaje lo primero que hago es subir las zapatillas. Desde que estoy en el avión, ya pienso en qué lugares voy a ir a correr y cómo hacer para recorrer las ciudades.
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-¿Sos de las que piensa que no hay mejor forma que conocer una ciudad que recorriéndola?
-No sólo te ayuda a ver las ciudades, hay lugares que te estimulan, que tienen olores y sensaciones únicos. Pasas por puentes, bosques, túneles, es otra experiencia, es un tour.
-Tenés a tu hijo Hans de dos años, ¿cómo te cambió eso en cuanto a la perspectiva de orden? ¿Hay una nueva resignificación de las cosas?
-Primero, no tengo más tiempo libre. Antes tenía y no me daba cuenta o no lo valoraba. Ahora exprimo todo minuto del día a tope. Segundo, te hace sentir superhéroe poder hacer cosas con tu hijo. Me da mucho orgullo poder seguir haciendo la vida que llevaba ahora que tengo un hijo y sentir que supero con él las experiencias. Está bueno saber que uno puede seguir haciendo la vida que le gusta.
-¿Para ordenarte te ayudó correr?
-Sí, mucho. Si sé que tengo que hacer un entrenamiento y cuento con un tiempo limitado, lo pongo en un hueco u hora libre. Pero ya no elijo cuándo quiero.
-¿Qué opinás de la frase “Es una locura hasta que lo hacés?
-¿Cuántas veces uno dijo “ni en pedo lo hago” y lo terminó haciendo? Yo odiaba correr, era la penitencia más grande que me podían hacer en el colegio, el día del test de Cooper era el peor día y finalmente terminé corriendo una maratón. Realmente es una locura hasta que lo hacés. Y un día lo lográs.
Podés encontrar las Nike Joyride en Nike.com
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Por Juan de Lellis
Edición Damián Cáceres
