Beneficios de correr en la playa
Si sos de esas personas que adoran correr en la playa, deberás de tener en cuenta que, aunque parezca atractiva la idea de correr sobre la arena.
“Para la gran mayoría de nosotros la playa es sinónimo de relajación, te ayuda a respirar mejor, está comprobado que al entrenar en ella se mejora la fuerza del tren inferior, se incrementa el gasto energético y se trabaja el equilibrio y la fuerza”, afirma el ex atleta Luis Migueles.
Pero antes de realizar cualquier entrenamiento, es bueno saber cuáles son sus beneficios de correr en esta superficie:
- Vas realizar un trabajo más intenso. Esto se debe en gran parte al terreno, ya que, al ser de arena, va a oponer mayor resistencia que la tierra firme y gracias a eso conseguirás quemar más calorías y fortalecer más los músculos de las piernas.
- Mejorarás la respiración. Gracias a la humedad del mar, las bajas presiones y la temperatura respirarás mejor y tu organismo recibirá mayor cantidad de oxígeno.
- Correr por la playa hace que los músculos de las piernas se exijan más de lo normal. Los pies se hunden más y deben volver a subir. Es por ello que cualquier rodaje también tiene una pequeña dosis de entrenamiento de calidad o fuerza. Fortalecerá tus tobillos e incluso gemelos y cuádriceps.
- El entorno es ideal para que tu mente y tu espíritu se relajen. El sonido de las olas del mar mantendrá tu mente y tu cuerpo relajados. Además, pensá que romper con la rutina y correr por un nuevo ambiente siempre aumentará tu motivación.
- Al terminar la jornada de entrenamiento nada mejor que recuperar la musculatura en el mar y aprovechar sus bondades para luego disfrutar de las vacaciones sabiendo que la tarea fue hecha.
“La clave es correr por la arena más cercana a la orilla, con un buen calzado, ya que ese tipo de arena es más sólida y no es inestable. Tenes que tener mucho cuidado con la inestabilidad del tobillo si corres por la arena blanda. Es preferible que en los tramos de arena blanda caminen y en los de arena dura puedan realizar el trote, con pasos cortos, escuchando al cuerpo”, recomendó Alex Sigler, en diálogo con Infobae.