Ayer, Braian Toledo debería haber cumplido 28 años, fue campeón olímpico de la juventud en Singapur 2010, participó en Londres 2012 y alcanzó la final olímpica de Río 2016.

Nació el 8 de septiembre de 1993, en Marcos Paz, Provincia de Buenos Aires, conoció el hambre, el frío y la pobreza, pero siempre se la rebuscó. Durante su infancia, hacía dibujos y los vendía a 25 centavos a sus compañeritos del colegio. Esas monedas se las daba a su mamá, Rosa, para que compre comida para él y sus otros dos hermanos: Débora e Ignacio.

Durante su infancia, practicó varios deportes, pero se destacó en uno no muy convencional, lanzamiento de jabalina. En los Juegos Bonaerenses comenzó a dejar dilucidar todo su talento y desde ese entonces, el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), comenzó a apoyarlo. En su especialidad fue el mejor del país, a lo largo de su carrera, tuvo una cosecha de 20 medallas de oro, dos plateadas y tres de bronce, una bestia.

Con apenas 12 años, ya lanzaba 34,44 metros y sus buenos registros lo llevaron al Mundial Juvenil de Atletismo 2009, celebrado en Bressanono, Italia. Lanzó 73,44 metros, lo que significó su mejor marca personal por aquel entonces, con jabalina de 700 gramos, el peso utilizado en las categorías juveniles.

Pero el destino le tenía algo guardado algo especial para el año siguiente. Por primera vez, en 2010, se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la Juventud, con sede en Singapur. Con 16 años, Braian lanzó 81,78 y se colgó la dorada en el Bisham Stadium. Además, cortó una racha de 62 años sin medallas de oro para el atletismo nacional.

En mayores, el peso de la jabalina pasa a ser de 800 gramos. En esa categoría, su primer torneo importante fueron los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y finalizó tercero con un registro de 79,53 metros. Dicha marca lo llevó a la cita máxima del deporte, los Juegos Olímpicos, a celebrarse en 2012, con sede en Londres.

En Inglaterra finalizó 28° y registró 76,86 metros, Braian, por ese entonces, tenía apenas 19 años. Participó también de los Juegos Olímpicos de Río 2016, los primeros celebrados en Sudamérica. El de Marcos Paz accedió a la final, un hito que había logrado solo un argentino a lo largo de la historia, Ricardo Heber en Helsinki 1952. Lanzó 79,81 y terminó 10°, a seis metros de la zona de medallas.

Para seguir en busca de la mejora, decidió irse a vivir a Finlandia, una escuela en lo que es el lanzamiento de jabalina, para comenzar a entrenar con Kari Ihalainen, una eminencia de la especialidad y por aquel entonces, jefe técnico de los lanzadores fineses. En febrero del 2020, retornó a su Marcos Paz natal y falleció en un accidente en su moto. Se encontraba en preparación para Tokio 2020, para hacer historia y más allá de no haber podido estar físicamente, estuvo en el corazón de todos los atletas argentinos. Es más, la abanderada Cecilia Carranza antes de salir al desfile inaugural de Tokio 2020 lo dijo: “Estaba comentando que en este momento debería estar Braian Toledo con nosotros, me estaba acordando de él. El respeto y admiración que siento por muchos de los que están acá. Estoy muy feliz. Ahora esto nos tiene que dar energía para dejar todo en la cancha, cada uno en su deporte, como bien sabemos hacer los argentinos, luchadores que somos”.

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