Muchos corredores, tanto amateurs como profesionales, han dejado sus experiencias por escrito, creando libros ideales para emocionarse y contagiarse de su tesón y constancia. 

De qué hablo cuando hablo de correr, Haruki Murakami. Es sabido que la prosa de Murakami cautiva. Sus novelas atrapan al lector, que se sumerge en sus mundos con avidez y fascinación. Y aún cuando lo escrito no es ficción, la experiencia es igual de encantadora. Este libro retoma sus experiencias desde que, en 1982, Murakami decidió abandonar el local de jazz que regenteaba y dedicarse exclusivamente a escribir y correr. Así nació una carrera prolífica en ambos frentes, con libros que surgieron a la par de competencias alrededor de todo el mundo. Y finalmente, tras décadas de una fructífera simbiosis, llega este texto, que reúne ambas pasiones con un concienzudo y atractivo análisis sobre la influencia de este deporte en su vida y obra.

Nacidos para correr, Christopher McDougall. Este texto, toda una aventura épica, nace de una pregunta: ¿por qué me duele el pie? Fue la búsqueda que trazó Christopher McDougall desde los laboratorios de alta tecnología de Harvard hasta los valles y picos de México, donde la tribu de los tarahumara de las Barrancas del Cobre han desarrollado técnicas que les permiten correr cientos de kilómetros sin descanso. Con la ayuda de un personaje que se internó a vivir con estos indígenas, el autor devela los secretos de un pueblo mítico, al tiempo que reescribe su propia historia como corredor.

Correr o morir, Kilian Jornet. Ya hemos hablado del increíble Kilian en este fascículo (ver páginas 16 y 17), pero su libro merece un párrafo aparte. Habiendo superado las 12 ediciones, es un texto que continúa haciéndose grande a la par de la gloria de su autor. Y es que transmite con gran fidelidad su pensamiento y tenacidad de espíritu, de besar la gloria o morir en el intento, de diferenciarse como vencedor en la fortaleza de su lucha (y de allí su título). Diario de un ganador que cree que “las fronteras reales están en la cabeza”.

Correr, comer, vivir, Scott Jurek. Esta es la imperdible biografía de uno de los más grandes corredores de ultramaratones de la historia. Desde que en 1999, como un completo desconocido, liderara la carrera de resistencia de los estados del oeste de Estados Unidos, sus logros le han situado en la elite de los corredores, y ese es el recorrido que detalla con sinceridad en este libro, motivando a runners de todos los niveles sin distinción, pues la suya es una historia que incluso comenzó odiando el deporte que hoy abraza. Como extra, se suman recetas veganas, un punto vital en la conversión de Jurek al atleta que es hoy.

No sé dónde está el límite pero sí sé donde no está, Josef Ajram. No en vano lo han apodado “el profeta del esfuerzo”. Ultrafondista en sus ratos libres y broker de profesión, Josef Ajram relata aquí sus experiencias vitales y consejos para ir superándose día a día, claves que lo han llevado a ostentar títulos como corredor de maratones, triatlón, ciclismo o mountain bike. Este es a la vez un libro de autoayuda, tratando de demostrar que los límites son únicos y personales, y una autobiografía sobre las experiencias deportivas más extremas. Un texto válido incluso para aquellos sin afición al running pero en busca de superar sus propias barreras.

Correr, Jean Echenoz. Ya en el fascículo 1 de esta colección nos ocupamos de relatar la increíble historia de Emil Zátopek, el desarmado pero talentosísimo corredor checo que rompió todos los récords posibles en unos mismos Juegos Olímpicos. Pero Jean Echenoz va más allá, y le dedica a este atleta un muy justificado libro que escudriña su carrera deportiva pero también su contexto político y social, en tiempos en los que fue tan aplaudido como espiado y perseguido por sus declaraciones y pensamientos.

Barefoot runner, Paul Rambali. Este título no está disponible en español, pero si se sabe inglés, vale la pena leerlo. Rambali cuenta la historia de Abebe Bikila, el primer africano negro en ganar una medalla de oro olímpica en Roma en 1960, hazaña que logró corriendo descalzo (de allí el nombre del libro), pero que volvió a repetir con zapatos en 1964 en Tokio. Muy humilde, proveniente de la zona rural de Etiopía, la reseña de vida de Bikila sigue sus años en la guardia imperial del emperador Haile Selassie hasta sus hazañas olímpicas y su fallida implicación en un golpe contra el líder. Todo, contado con una escritura llevadera y atrapante.

Con los pies en la sierra. Diario de un corredor de montaña, Raúl García Castán. Siempre hay algo encantador en leer un diario personal. Y Raúl García Castán se encarga de adentrarnos en su intimidad con una gran pluma y honestidad. Con cinco campeonatos de carreras por montaña, dos copas de España y un campeonato de Europa absoluto en su haber, este título acerca los pensamientos de un corredor capaz de emocionar, motivar y hacer reír, todo en la misma línea. Aquí, además de las historias y anécdotas en sí, vale además la pena el tenor de la escritura y gran estilo del autor.

¡A correr!, Alma Obregón. La única mujer en este listado, Alma Obregón aporta con su libro una mirada sensible y detallada del mundo del running, un deporte que esta repostera, presentadora de televisión y blogger comenzó como mero pasatiempo y terminó llevándola a un enorme proceso de crecimiento personal y superación. De manera muy cercana y amena, relata sus motivos y experiencias con el deporte, narrando su propia visión y vivencias, pero dejando a la vez el mensaje siempre subyacente de que si quieres, puedes

Ultramaratón, Dean Karnazes. Leer este texto es ir teniendo sacudones de adrenalina a medida que se acompaña al autor en sus aventuras, que pueden ir desde recorrer las montañas de la Sierra Nevada estadounidense, atravesar el Valle de la Muerte en pleno verano o incluso correr un maratón en el Polo Sur con -40ºC. La escritura de Karnazes, sumamente íntima y descarnada, harán a un viaje de lectura vívido e impresionante, que es probable que altere nuestra concepción de lo que el ser humano es capaz de hacer si se lo propone.

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