La bermudeña Flora Duffy se llevó un doble premio: haber ganado la medalla de oro al terminar la carrera en 1h55m36s y hacer que su país se convierta en el menos poblado (67.000) en ganar un oro olímpico.

El récord le pertenecía a Granada (100.000 habitantes), con Kirani James, en 2016.

Flora Duffy marcó la diferencia en la carrera a pie, ya que en las dos pruebas anteriores estaba igualada con la estadounidense Katie Zaferes, pero el cambio de ritmo que decidió hacer al entrar a los 10k fue lo que determinó el primer puesto.

Junto con ella llegaron Georgia Taylor-Brown, en segundo lugar, con un tiempo de 1h56m50s, y en el tercer puesto se ubicó Katie Zaferes, con una marca de 1h57m03s.

La británica perdió la chance de un  posible oro al sufrir un pinchazo en la rueda trasera de su bicicleta que le provocó perder 20 segundos, pero en el tramo de carrera a pie brilló y remontó. Por otro lado, la estadounidense Zaferes estaba teniendo un buen desempeño en las dos primeras pruebas, pero no tuvo un ritmo de carrera a pie suficientemente competitivo.

Hay que tener en cuenta que el día empezó con unas condiciones climáticas que marcaron el triatlón femenino, ya que la capital japonesa, en el Parque Marino de Odaiba, amaneció con la dureza meteorológicas que tuvo el tifón Nepartak, que provocó que el piso estuviera mojado y que hubiera un retraso de 15 minutos en la largada. 

Bajo estas condiciones tuvieron que correr las  54 atletas clasificadas. Dentro de ese grupo se encontraba la argentina Romina Biagioli. Seis atletas no pudieron completar la carrera.

La representante argentina, de 32 años, en su primera participación en los Juegos Olímpicos finalizó en el puesto 33°, con un tiempo de 2h07m42s.

La cordobesa venía arrastrando una lesión tras una fractura de costilla debido a una cuesta sufrida en una prueba internacional en Portugal al caerse de su bicicleta. Pero eso no le impidió finalizar la carrera con una sonrisa dibujada en su rostro.

“Estoy feliz por todo lo trabajado, feliz con mi actitud en la carrera y agradecida con mi entrenador, con mi psicólogo y con Luciano Taccone. Estuve en el grupo que tenía que estar. No quedo conforme con la parte de pedestrismo, que es mi fuerte. No entiendo qué pasó: un calambre en el diafragma, que tal vez tenga que ver con lo que pasó con la costilla. Pero estoy feliz de la vida”, comentó Biagioli en la entrevista con TyC Sports.

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