Mieke Gorissen tiene 38 años y es profesora de escuela secundaria en su Hasselt natal. Pero sorprendentemente no dicta educación física o algo relacionado a lo deportivo, sino que enseña física y matemática. Con un tiempo de 2h34m24s finalizó la maratón femenina de Tokio 2020, la prueba que se corrió en Sapporo y que se convirtió en una carnicería por el clima y la humedad reinantes.

Antes de conocer a su entrenador, hace tres años, corría por hobbie, luego de dar clases. Hacía alrededor de 10 km algunos días a la semana. Siempre, el mismo recorrido. Ya para febrero de 2021, era la campeona nacional de cross country.

Consiguió su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tras hacer 2h28m31s en la maratón de Enschede, en Países Bajos. Aunque siempre puso por delante su profesión, la docencia, ella sigue siendo amateur. “Ya tengo un trabajo como profesora y lo disfruto mucho. Para mí, correr sigue siendo un pasatiempo. Primero, quiero ayudar a mis estudiantes lo mejor posible al final del año escolar. Esa es mi prioridad”.

Además, declaró que intenta ser competitiva, pero realista, pero al enterarse de su posición final de la maratón celebrada el 7 de agosto en Sapporo, no pudo contener las lágrimas. Es que, más allá de finalizar 28°, finalizó una carrera que fue durísima. Comenzó a las 6 de la mañana,  con un calor agobiante y la humedad que no aflojó, producto de todo ese cocktail peligroso, abandonaron 15 atletas de 88 que comenzaron. Prueba ganada por la la keniata Peres Jepchirchir (2h27m20s), quien fue escoltada por su compatriota Brigid Kosgei (2h27m36s) y la norteamericana Molly Seidel (2h27m46s).

“No puedo creer mi lugar, ya estaba tan contenta de haber terminado la carrera. Logré mi objetivo y realmente puedo estar orgullosa de mí. El objetivo era no terminar última. Soy ambiciosa, pero también sensata y realista”, dijo. Y agregó: “Para mí, la maratón sigue siendo una pasión y le dedico las pocas horas extras que tengo. Estoy muy contenta con mi resultado, no tengo tiempo para ir a prepararme en el extranjero o para hacer un trabajo más profesional. Mi prioridad es preparar a mis alumnos para los exámenes de fin de año. Eso es lo más importante para mí. Correr es mi hobby que practico para mantenerme en forma con mi vida diaria”.

Aparte de enseñar y correr, tiene como pasatiempos la lectura, las películas y tejer. Es más, siempre lleva con ella unas medias tejidas con aguja por ella, por las dudas. Si el crochet algún día es olímpico debería hacer dupla con el clavadista británico Tom Daley.

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