Hay lesiones que son comunes entre los corredores y que deben ser muy tenidas en cuenta y tratadas a tiempo, una de estas es el síndrome de la banda iliotibial o también conocido como rodilla del corredor. Las lesiones en la rodilla son las segundas más frecuentes entre los corredores, ya que esta parte del cuerpo soporta la mayor parte del peso, esto la hace susceptible de lesionarse con mayor facilidad que otras articulaciones.

La banda iliotibial es un tendón que recorre la parte exterior de la pierna y se conecta desde la parte superior del hueso pélvico hasta justo debajo de la rodilla. Esta lesión se produce cuando esta banda resulta inflamada e irritada por el roce contra el hueso en la parte externa de su cadera o rodilla.

El dolor leve aparece cuando se empieza a hacer ejercicio, el cual va disminuyendo a medida que se entre en calor el cuerpo. Pero a medida que van pasando los minutos de entrenamiento, el dolor empeora y no desaparece durante el ejercicio.

Algunas de las causas que pueden provocar esta lesión son:

  • Una banda iliotibial naturalmente estrecha o ancha.
  • La debilidad en los músculos abductores de la cadera.
  • Tener el pie plano o dismetría (diferencia de longitud de las piernas) puede aumentar el riesgo de tener esta lesión.
  • No hacer calentamiento antes del ejercicio
  • Lesión en el área como una contusión o un hematoma
  • Estar en mal estado físico
  • Participar continuamente en carreras de trail o cross.
  • Usar calzado inadecuado o viejo.
  • El sobreentrenamiento.

Basándonos en la frecuencia de esta lesión en corredores, podríamos decir que la carrera continua es el factor de riesgo más importante, pero lo cierto es que ni mucho menos es una lesión que sufran todos los corredores de Marathon o larga distancia. Existen factores biomecánicos demostrados que hacen al corredor más susceptible de desarrollar este síndrome. Todas estas variantes anatómicas son factores que van a aumentar el roce de la fascia lata en la parte lateral del cóndilo femoral externo”, explica el traumatólogo español Juan Arnal.

Para calmar el dolor y evitar que empeore, lo que podés hacer es:

  • Aplicar hielo en el área del dolor durante 15 minutos, cada dos horas.
  • Aplique calor antes de hacer ejercicios de estiramiento.
  • Tomar medicamentos para el dolor, si es que los necesitás (hablá previamente con un doctor antes de tomar cualquier remedio).
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