Poder hacer un deporte en el que sólo necesitás un buen calzado, permite que cualquier persona pueda optar por salir a correr.

Si te animaste a correr porque te lo recomendaron, pero tu primera impresión no fue buena y hasta llegaste a pensar que: fue aburrida, dolorosa, algunas veces solitaria y que no te da resultados inmediatos. Ya sea que seas un principiante intimidado por tomar esos primeros pasos o recientemente diste una vuelta equivocada en una rutina, los siguientes tips pueden colocarte de nuevo en la dirección correcta para volver o, empezar, a amar este deporte:

1- Olvidá el pasado:

La mayoría de los tropiezos iniciales son mentales. Sean cual sean los sentimientos o temores que asociás con correr: déjalos en el pasado. Ser un corredor no se trata de velocidad o habilidad; es una forma de pensar. Todo lo que se necesita para hacer esta actividad es un par de zapatos y el deseo de salir de tu casa.

2- Establecé una meta:

Mantener el compromiso de correr puede ser difícil. Ponerse metas que inspiren, como hacer un tiempo concreto, te centrará. Imaginarse a uno mismo en la salida o cruzando la meta puede hacer que te comprometas más y tengas más motivación.

Va a llegar un momento en el que quieras alcanzar otros logros y mejoras. Vas a querer superar esas mejoras y generar nuevas metas. Y así todo el tiempo, hasta que descubras que llegaste a tu límite.

3- Andá más lento:

Al principio, ni siquiera pienses en el ritmo, muchas personas se desalientan porque quieren correr con gran velocidad. Lo que pasará es que terminarán agotados y desalentados. Corré a un paso en el que tengas capacidad de conversar, así le enseñarás a tu cuerpo a volverse más eficiente, construyendo una resistencia aeróbica.

4- Andá con un amigo:

Empezar corriendo solo puede llegar a desanimarte si no estás acostumbrado a no compartir una actividad con otra persona, por lo que es recomendable correr acompañado, ya sea un amigo o tu pareja. Esto te permitirá que el tiempo te pase volando y que correr con alguien más te motive el doble a querer entrenar, ya que además de ejercitar, estarás compartiendo un momento con alguien al que valorás.

5- Jugá:

¿Recordás los juegos que hacías en la carretera para entretenerte y distraerte en trayectos largos? Incluso cuando caminás, todavía podés utilizarlos. Esto te permitirá despejar la cabeza de lo que estás haciendo y convertirá ese entrenamiento en algo divertido.

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