Toda actividad al aire libre supone un posible riesgo para la piel –especialmente la cara-, y si corrés bajo el sol todo el año, más aún.

Los deportistas se empeñan en cuidar la alimentación, hacer todas las sesiones al pie de la letra y elegir el mejor calzado, pero muchos descuidan las zonas expuestas del cuerpo.

Es tal el tiempo y la energía que se le dedica a los otros detalles, que el cuidado del cutis queda relegado pero con los siguientes consejos se puede garantizar una piel saludable:

* Antes de salir a entrenar al aire libre comprueba el índice de rayos ultravioleta.

* Elegí salir temprano a la mañana o cuando baja el sol por la tarde (incluso de noche).

* Nunca dejes de usar protector solar con el factor adecuado, sea verano o invierno.

* Usá ropa adecuada que te proteja del sol y que te permita una correcta transpiración. Hay tejidos respirables para evaporar más rápido la transpiración y algunos con protección UV.

* Nunca está de más el uso de gorros o viseras, y lentes de sol con protección UV.

* Tomate tu tiempo antes de salir y aplica el protector solar al menos media hora antes de entrenar, porque sino es inútil su efecto.

* En las tiradas largas renová la aplicación de protector solar periódicamente.

* Su sudás mucho, nunca está de más usar una toalla.

* Reforzá la hidratación, ya que el éxito de una piel sana es el consumo de agua mientras entrenas.

* Si tenés la piel sensible, lo mejor es usar un protector solar de rápida absorción para el rostro y otro diferente para el resto del cuerpo.

* Después de entrenar, exfolia tu piel durante la ducha –con un guante o una piedra- y luego hidratala adecuadamente para estar listo para el próximo estímulo.

Por Juan Pablo Calviño

 

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