El running es una de las actividades físicas más populares y accesibles para mantenerse en forma y mejorar la salud cardiovascular. Sin embargo, para maximizar el rendimiento y evitar lesiones, es importante conocer y aplicar diferentes técnicas durante la práctica de este deporte. 

Es importante que antes de agregar alguna rutina nueva le consultes a tu entrenador sobre la posibilidad de incluir ciertos extras a tus entrenamientos. 

A continuación, algunas técnicas clave que pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos en el running:

1- Pisadas y zancadas adecuadas:

La forma en que pisás y la longitud de tus zancadas pueden marcar una gran diferencia en tu rendimiento. Dos de los estilos de pisada más comunes son la pisada de talón y la pisada de antepié. La primera consiste en aterrizar con el talón, mientras que la segunda implica aterrizar con la parte delantera del pie. La elección de la técnica dependerá de factores individuales y de la comodidad personal. Respecto a la zancada, es recomendable mantener una longitud moderada para evitar esfuerzos excesivos y lesiones.

2- Cadencia o frecuencia de zancada:

La cadencia se refiere al número de pasos que das por minuto mientras corrés. Aumentar la cadencia puede ayudarte a mejorar la eficiencia y reducir el impacto en las articulaciones. Podés lograrlo incrementando gradualmente el ritmo y trabajando en tu técnica de zancada más corta y rápida.

3- Uso adecuado de los brazos:

Los brazos desempeñan un papel fundamental en la mecánica de carrera. Mantener los brazos relajados y balancearlos de manera coordinada con las piernas puede aumentar la eficiencia y proporcionar impulso adicional. Además, los brazos deben doblarse aproximadamente en un ángulo de 90 grados, evitando cruces frente al cuerpo.

4- Respiración controlada:

Una respiración adecuada es esencial para mantener un ritmo constante y evitar fatigas prematuras. La técnica más común consiste en inhalar por la nariz y exhalar por la boca, pero cada corredor puede ajustarla según su comodidad. Controlar la respiración y sincronizarla con los pasos puede contribuir a mantener la energía y el ritmo a lo largo de la carrera.

5- Entrenamiento con intervalos:

Incluir entrenamientos de intervalos en tu rutina puede mejorar tu resistencia y velocidad. Esta técnica consiste en alternar períodos de alta intensidad con períodos de recuperación más ligera. Por ejemplo, correr a máxima velocidad durante un minuto y luego reducir el ritmo durante dos minutos. Repetir este ciclo varias veces te ayudará a desarrollar tanto la resistencia cardiovascular como la muscular.

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