Este miércoles 4 de agosto, el canadiense Andre de Grasse se consagró campeón de los 200 metros al terminar la carrera en 19s62 (récord nacional), en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

La medalla de plata se la llevó el estadounidense Kenneth Bednarek, con un tiempo de 19s68 (personal best), y su compatriota Noah Lyles llegó tercero con una marca de 19s74 (su mejor marca de la temporada), en el Estadio Olímpico de Tokio.

De Grasse dominó los 200 metros desde el arranque al haber logrado un tiempo de reacción de 0.135- y tener la curva a su favor. Sostuvo la distancia con los tres estadounidenses y cruzó la meta en 19s62, su mejor registro personal, récord de Canadá y octavo atleta más rápido de la historia.

El canadiense llegaba a esta prueba tras ser bronce en los 100 metros, mientras que también había sumado tres medallas en Río 2016, la de bronce en los 100m, la de plata en los 200m y tercer puesto en los relevos 4×100. Pero le faltaba la tan querida medalla dorada que tanto tiempo le negó su amigo Usain Bolt en los anteriores Juegos Olímpicos.

En los últimos 200m de Usain Bolt en un Juego Olímpico, el de Río 2016, de Grasse obligó al jamaiquino a esforzarse más si se quería llevar el oro en la prueba. Ambos, finalizaron la distancia con risas y con Bolt haciéndole “no” con el dedo índice. Pero ahora ese “no” se convirtió en un “sí”. 

“Lo hice. Esperé mucho tiempo este momento. Después de los 100 estaba muy descontento conmigo. Finalmente pude reponerme, sabía que los estadounidenses me iban a empujar, pero hace mucho quería lograr esta marca”, mencionó el canadiense al terminar la carrera. Además, agregó: “Fue una muy linda carrera, mi entrenador me dijo que tenía que estar mucho más atento en el comienzo de la partida y mantener estabilidad en las curvas para dejar fluir en el final, y levantar lo más arriba posible mis piernas al igual que mis brazos. Es difícil hacerlo pero logré mantenerlo”.

¿Qué te pareció esta nota? Dejanos tu comentario y compartila