Luego de los Juegos Olímpicos de Londres 1948 y Helsinki 1952, el movimiento olímpico iba a mudarse de Europa. Estados Unidos presentó seis ciudades candidatas para albergar la cita de 1956. Pero había dos lugares que tenían un as bajo la manga: Melbourne y Buenos Aires. ¿Cuál era esa carta? Ser la primera ciudad del hemisferio sur en albergar unos Juegos Olímpicos.

Ambas localidades presentaron sus candidaturas a principios de 1948, antes de los Juegos de Londres y cuatro años antes de Helsinki. Algo que vale aclarar es que la Argentina estaba por entrar en la etapa conocida como “La Época dorada del deporte argentino”. Gracias a las políticas deportivas del gobierno de turno de Juan Domingo Perón y al talento individual de los deportistas, el país figuró en las primeras planas de las competencias más importantes del mundo. Juan Manuel Fangio, quintuple campeón de la Fórmula 1, la Selección de básquet, campeona del mundo en 1950, las irrupciones de Delfo Cabrera y Reinaldo Gorno, la organización de los primeros Juegos Panamericanos en 1951, en Buenos Aires, entre otras cosas, como los Juegos Evita.

La reconstrucción de Europa era otro punto que ilusionaba tanto a los australianos como a los argentinos, pocas ciudades del Viejo Continente se presentaban en condiciones para albergar los Juegos. Además, Estados Unidos no pudo ponerse de acuerdo para presentar una sede única y dispuso de seis candidatas, lo cual favorecía al hemisferio sur porque iban a dividir los votos. Los norteamericanos presentaron a San Francisco, Filadelfia, Minneapolis, Chicago, Detroit y Los Ángeles, siendo las dos últimas las únicas que llegaron a la votación final.

Australia y Buenos Aires apelaron mucho al hecho de que el olimpismo debía llegar al hemisferio sur, para “difundir su causa”. Pero Melbourne tenía una ventaja sobre Buenos Aires, su economía estaba en pleno crecimiento gracias a la llegada de inmigrantes y el incesante desarrollo de la industria aeronáutica, lo que favorecía el tema de los traslados hasta la sede.

El 28 de abril de 1949 fue la votación final, en la 43° Sesión del Comité Olímpico Internacional (COI), en Roma. Votaron 41 miembros. Y Melbourne resultó la ganadora por apenas un solo voto, Buenos Aires se quedaba en la puerta de organizar un Juego Olímpico en el país. Luego de esto el Comité Olímpico Estadounidense decidió que de ahí en más, siempre, presentaría una sede única para no regalar más votos. También, por primera vez, se modificó el calendario de competición, ya que cuando es verano en Australia, en Europa es invierno, por eso, los Juegos se llevaron a cabo del 2 de noviembre al 8 de diciembre de 1956.

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