El estado emocional antes de una competencia marca el rumbo de la carrera, ya sea para un corredor aficionado o un atleta de élite. En la línea de partida, el grupo de competidores, con profesionales y aficionados, se reúne en un momento crucial.

Todos se prepararon físicamente, entrenaron sus cuerpos con diferentes rutinas y niveles de intensidad. Sin embargo, lo que marca la diferencia no es solo la preparación física, sino principalmente la fortaleza mental. Desde el instante en que el reloj comienza la cuenta regresiva, todo se convierte en un juego mental.

Algunos lo ven como una guerra interna, un desafío consigo mismos o con un competidor; otros lo ven como una oportunidad para superarse, crecer o alcanzar metas personales. Pero la clave para lograrlo reside en la mente.

En el ámbito deportivo, convertir la competición en un arte personal de enfrentarse a uno mismo se asemeja a las enseñanzas de “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu, un estratega militar y filósofo chino. La lucha se centra en la mente, siendo el principal oponente o aliado de cada deportista. Estas enseñanzas se incorporaron en diversas estrategias en el mundo deportivo y empresarial para trazar tácticas de competición y mercado. La competición es como una guerra donde cada participante tiene sus propios intereses y motivaciones para ganar.

Sun Tzu destacó la importancia de la estrategia y la preparación mental previa a la competencia. Se enfoca en la necesidad de una preparación psicológica y mental sólida antes de iniciar cualquier desafío deportivo. El deportista debe cultivar la confianza y la determinación en su preparación mental, no solo basada en los resultados previos, sino en su propia personalidad y mentalidad. El trabajo con profesionales de la psicología deportiva se enfoca en entrenar y fortalecer este estado mental óptimo antes de la competencia.

Características de un estado mental óptimo antes de competir:

  • Enfoque en el presente, sin preocupaciones sobre el futuro o resultados.
  • Concentración sin ansiedad ni juicios sobre su rendimiento.
  • Confianza en dar lo mejor de sí mismo, independientemente del resultado.
  • Dedicación tanto al entrenamiento físico como a la preparación mental.
  • Búsqueda de autoconocimiento, confianza y determinación.
  • Ver al deporte como pasión, no como obligación.

Este estado mental óptimo es esencial para enfrentar una competencia con la mente clara y concentrada, independientemente del nivel de logros o resultados.

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