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Les compartimos la experiencia de Franco Salazar en los 21K de La Plata 2015

Que cambio de esta media maratón de la anterior? Desde los resultados no tanto, como en lo que gira en torno al running. Solo unos 3 minutos de mi anterior marca de 1.46 en los 21k de Nike 2015.

En esta carrera, no corrí solo, la corrí ya perteneciendo a un equipo de entrenamiento, Elite Runinig Team. Entre pasadas y fondos, desde abdominales pasando por ejercicios localizados. Me ordena, me compromete, me exige y no falte nunca. A su vez me cuida, ya no hago las locuras que antes hacia al correr un km mas por fin de semana, ese era mi entrenamiento. Lo mas importante, conocí un lindo grupo de personas, hombres mujeres algunos mas jóvenes que otros pero todos con el mismo espíritu de superación.

Dos días a la semana, martes y jueves a las 20 y el ultimo mes los miércoles 6am era la cita con las zapatillas. Obviamente los domingos cita infaltable con los fondos. 

Todo según planificación llegue a la carrera, extrañamente sin estrategia decidida para encararla. Estaba indeciso y me pesaba la idea de que después de tanto esfuerzo no pueda superar los tiempos anteriores. Quería olvidarme de todo y que empezara ya para dejarme llevar por las ganas de ese preciso momento, y disfrutar de correr por si, poner en valor lo que me gusto de todo esto, que es esa sensación de libertad de la brisa pegando en la cara.

La partida, motivante y emocionante como todas “las del circuito“, que junto al resto de la organización han hecho todo el merito para que, todos los corredores de 10k/21k la tengan en cuenta para lo que viene.

La gente empezó a dispersarse acorde pasaba el primer Km, fui agarrando mas ritmo del que hubiera pensado, 4.29 k/m y mas o menos ahi me sostuve todos los primeros km. Estaba a gusto, lógicamente tenia el miedo de que tal desgaste no me permita terminar. Toda la carne al asador de entrada y después a aguantar…Pero no quería pensar, pensar en eso, si en cualquier otra cosa, ya que en nada no estaba pudiendo (como si me paso antes) Pensaba en el apoyo de la familia para soportar el tiempo y la energía que insume hacer deporte -ademas de otras ocupaciones-, pensaba en los demas seres queridos, principalmente en los que ya no están, cosas lindas todas y mientras tanto los km pasaban y pasaban y para mi sorpresa el ritmo andaría promedio en el orden de los 4.35k/m, para mí excelente.

Al dar la vuelta en el km 13 aproximadamente, me tome un gel que me permitiría reponer rápidamente las sales y minerales perdidos. Pero al famoso bache del km 14, del ultimo tercio se le sumo el viento en contra y una subida a un distribuidor demoledor para encarar el ultimo tramo de la carrera. 

Así que bueno, no pude ser ajeno a esto, mas propio que nunca lo pase a gas y seguí, lento pero firme, ya únicamente tratando no caer por debajo de los 5 k/m. Recuerdo que desde arriba del distribuidor, a la altura de calle 520 vi y me llamo la atención como sobresalen las torres de la catedral, 4 km eran los que debía correr para llegara ahí, donde ademas estarían Simón y mi fiel compañera esperándome, me motivo justo cuando mas lo necesitaba. 

No podía evitar que los pasos hagan cada vez mas ruido y la espada menos erguida cada vez, desde 32 hasta Plaza Italia fue como recorrer el río Orinoco de punta a punta. Pero bueno, es en ese momento donde con el corazón se suple la falta de fuerzas de las piernas. Solo faltando 200 metros pude alargar el paso y darle esa cuota de amor propio y entrega, digna de cada vez que se cruza la meta, levante las manos y dije GRACIAS de cara a la catedral platense.

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