Por más de que hayas hecho una excelente preparación física y mental para afrontar los 42k, el esfuerzo que conlleva correr un maratón produce una serie de alteraciones en tu cuerpo que va más allá de las molestias musculares, por esta razón es que hay que estar atento a cada reacción que pueda tener tu cuerpo en medio de esta carrera.

Estos son algunos problemas que podés llegar a tener mientras realizás un maratón:

1- Calambres:

Tener calambres se debe a un problema neuromuscular causado por un mal funcionamiento en el reflejo entre el músculo y la médula espinal.

Los calambres musculares se presentan cuando un músculo se contrae y no se relaja. Estos pueden comprometer todo o parte de uno o más músculos. Los grupos musculares más comúnmente involucrados son: parte posterior de la pierna/pantorrilla.

2- Ampollas o uñas negras:

Las ampollas en los pies pueden llegar a aparecer durante la carrera. Para evitarlo, tendrás que utilizar medias que no permitan la fricción dentro de tus zapatillas y que permitan que tus pies no transpiren en exceso.

Mientras que las uñas negras, esto sucede ya que los vasos sanguíneos debajo de la uña se abrirán, lo que derramará sangre justo entre el dedo y la uña. Para no padecerlo tenés que usar zapatillas que no te queden apretadas y no ajustarte tan fuerte los cordones.

3- El nivel de azúcar en la sangre disminuirá drásticamente:

La glucosa es la primera fuente de energía durante un maratón, los niveles se reducen casi a la mitad mientras corrés, por lo que es indispensable que los repongas con geles, gomitas o bebidas durante la prueba y al siguiente día también, porque tu nivel de azúcar en sangre puede estar hasta un 56% más bajo que antes de la carrera.

4- Escurrimiento nasal:

El escurrimiento nasal o, también dicho, la rinorrea es frecuente en los corredores. Esto se debe a que el runner tiene mayor exposición al aire frío del exterior, a la humedad y sustancias alérgenas, lo cual es resultado del aumento del flujo del aire que inhalás a medida que acelerás la respiración y esto provoca que se generen una gran cantidad de mocos. Lo que provocará que cambies la respiración, ya sea porque tenés la nariz tapada o porque se te están cayendo los mocos.

5- Pezones irritados o sangrantes:

El correr durante un período de tiempo largo ocasiona un roce constante de la piel con el material de la ropa que se está utilizando. La fricción de la camiseta con los pezones de un corredor puede irritarlos, dañarlos y hacerlos sangrar. No te vas a desangrar, pero vas a sufrir durante los kilómetros que te falten y los siguientes días. La única forma de evitarlo es usando una remera apta para correr.

6- Aumento de cortisol:

Cuando corrés el cuerpo libera cortisol, el cual genera la energía necesaria para que los músculos puedan funcionar adecuadamente. Debido al estrés que significa correr un maratón, los valores de cortisol se encuentran elevados.

Una vez finalizada la carrera, el organismo se encargará de lograr nuevamente el equilibrio, por lo que comenzará a liberar menos cantidad de cortisol, hasta la próxima vez que lo exigís o sometés a estrés.

7- Puntadas:

Tener un dolor abdominal cuando estás corriendo puede ser bastante habitual, este dolor se genera debido a una reacción producida por una sobrecarga en el diafragma.

Cuando inhalás, el diafragma se contrae y agranda el espacio disponible en la cavidad torácica. Después de inhalar, el diafragma se relaja y el aire es exhalado por la contracción de los pulmones y de los tejidos. Esta sobrecarga del diafragma puede darse por una acelerada respiración.

Este dolor abdominal tiende a aparecer en las actividades que conllevan movimientos bruscos del cuerpo y en donde la respiración se ve comprometida y exigida mucho más de lo que el organismo está acostumbrado a realizar.

Las puntadas se deben a que el corredor está teniendo una respiración entrecortada, lo que provoca que el cuerpo experimente una falta de oxígeno y el diafragma se restrinja.

8- Mareos:

Marearse cuando estás corriendo puede ser bastante habitual, incluso algunos atletas de elite sufren de mareos o náuseas. Por lo general, esto no implica ningún problema grave de salud.

Si cuando estás corriendo te empezás a sentir mal y las náuseas te impiden continuar, lo mejor que podés hacer es parar, respirar y caminar despacio, de manera de mantener la cabeza en alto.

Sentir mareos o náuseas al correr se da por diversos factores: deshidratación, déficit nutricional, estrés o hipoglucemia.

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