Que el frío no sea excusa para no entrenar. Mientras algunos se quedan en sus casas cuando hace menos de diez grados, vos tenés que ser el diferente que rompa esa costumbre: aunque no te guste el frío, salí a correr uno o dos días a la semana.

Para los que disfrutan de esta actividad, quedarse encerrado no es una opción, y para los que aún no están convencidos de salir cuando hace frío a continuación conocerán los beneficios de correr con este clima:

1- Mejora la resistencia:

Cuando corrés con un clima frío, tu cuerpo tiene que trabajar menos para mantener la temperatura corporal equilibrada, por lo que los entrenamientos largos se sufren menos. Esto significa que los entrenamientos en los que hacés varios kilómetros se vuelven más fáciles de realizar que en verano, debido a que en invierno al cuerpo le cuesta menos mantener la temperatura cerca de los 37 grados.

2- Quemás más calorías:

Cuando hace frío, tu cuerpo necesita más energía para mantenerse en una buena temperatura, por lo que, además de exigirse al correr, tiene que luchar contra las bajas temperaturas y, al hacer esto, transforma la energía en calor, lo que supone un mayor consumo energético.

3- Potencia tus defensas:

Correr regularmente refuerza tu sistema inmunológico, aumenta el flujo sanguíneo y la secreción de adrenalina. El entrenamiento al aire libre mejora tu sistema inmune, entrenar bajo un ambiente frío puede llegar a reducir la posibilidad de padecer gripe.

4- Aumenta tu fuerza:

Habrá días que la lluvia, la nieve o el frío extremo, te impidan salir a correr, no te hagas problema: podés realizar entrenamientos de fuerza en tu casa o gimnasio. Con este entrenamiento no solo conseguirás aumentar tu fuerza, sino que mejorarás tu rendimiento y reducirás mucho el riesgo de padecer lesiones durante el año.

5- Forja hábitos saludables:

Quien logra mentalizarse para correr a pesar de tener la opción de quedarte en la cama, seguramente mejorará su actitud ante la vida, debido a que aprenderá a no rendirse ante las circunstancias negativas. Por eso, si tenés las agallas y la motivación para salir de tu zona de confort y correr con frío lograrás forjar un hábito saludable. Además, un corredor que no se rinde, superará adversidades más fácilmente durante una carrera.

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