Correr es una forma efectiva y accesible de mantenerse en forma y saludable, pero para muchos corredores, el dolor de espalda puede ser un problema persistente. El dolor de espalda puede interrumpir tu entrenamiento y reducir tu disfrute.

Con el cuidado adecuado, la atención a la postura y la técnica de carrera, podés disfrutar de una experiencia de running sin dolor de espalda y mantener una rutina de entrenamiento saludable. Para eso, es importante que conozcas los siguientes consejos que son fundamentales prevenir el dolor de espalda mientras corres y disfrutar de una experiencia sin molestias:

  • Mantené una buena postura: La postura es clave para prevenir el dolor de espalda al correr. Mantené la espalda recta, los hombros relajados y la cabeza en posición neutral. Evitá encorvar la espalda o inclinarte hacia adelante.
  • Realizá estiramientos y calentamientos previos: Antes de comenzar a correr, dedicá un tiempo a estirar la espalda, así como las piernas y el core. Un calentamiento adecuado prepara tus músculos para el esfuerzo y reduce el riesgo de lesiones.
  • Fortalecé tu core: Un core fuerte es esencial para mantener una postura adecuada y reducir el estrés en la espalda. Incorporá ejercicios de fortalecimiento del core en tu rutina de entrenamiento, como planchas y abdominales (no sin antes consultarle a tu entrenador sobre esta nueva incorporación de ejercicios a tu rutina).

Diferentes técnicas para mejorar tu rendimiento en el running

  • Elegí el calzado adecuado: Utilizá zapatillas diseñadas para correr que proporcionen un buen soporte y amortiguación, además de que el talle sea el correcto para tu pie. El calzado inadecuado puede afectar la alineación de la espalda y aumentar el riesgo de dolor, además de los diversos problemas que te puede crear usar unas zapatillas que te generen incomodidad.
  • Cambiá las superficies en las que corrés: Correr en superficies duras constantemente puede aumentar la presión sobre la espalda. Intercalá tus carreras en asfalto con superficies más blandas como la tierra o la pista.
  • Hidratate y mantené una nutrición equilibrada: La deshidratación puede aumentar la rigidez muscular y el riesgo de dolor de espalda. Tomá suficiente agua antes, durante y después de correr. Además de mantener una dieta equilibrada para asegurar que tus músculos estén bien nutridos.
  • Escuchá a tu cuerpo: Si sentís dolor en la espalda durante una carrera, no ignores las señales. Detené el ejercicio o la carrera y descansá si es necesario. Consultá a un profesional de la salud si el dolor persiste.

La importancia de hacer actividad física: cuidando cuerpo y mente

  • Realizá estiramientos posteriores a la carrera o entrenamiento: Al finalizar tu carrera o enteramiento, realizá estiramientos de espalda para relajar los músculos. Los estiramientos posteriores ayudan a prevenir la rigidez.
  • Consultá con un profesional: Si el dolor de espalda es crónico o severo, buscá el consejo de un fisioterapeuta o un médico especializado en deportes. Pueden proporcionarte orientación específica y ejercicios para tu situación.
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