Consejos para romper el ayuno antes de salir a entrenar

Todo bien hasta ahí, pero cuando estás prendiendo el reloj y agarrando las llaves tu estómago empieza a quejarse porque necesita combustible.

Si bien la cena es fundamental a la hora de cargar el tanque para tener reservas para el día siguiente, salir a correr totalmente en ayunas no es lo más recomendable, pero si comemos algo no adecuado vamos a pasarlo mal durante el entrenamiento.

A tener en cuenta:

• A madrugar un poco más. Entre la ingesta de alimentos y el comienzo del ejercicio tiene que haber un lapso de entre 30 minutos y una hora -dependiendo de cada organismo-. De no hacerlo la energía en vez de ir a los músculos estará concentrada en la digestión.

• Comenzá por el desayuno y luego ocupá el tiempo en vestirte, revisar el teléfono, pasar por el baño y realizar los clásicos ejercicios de movilidad articular (tobillos, rodillas, cuello, brazos y cintura).

• No es lo mismo salir a correr 20 minutos por el barrio que tomar la bicicleta y meter una rodada de dos horas. A mayor tiempo y exigencia, más importante se vuelve la ingesta.

• Evitá los productos con mucha fibra y lactosa. No querrás hacer una parada técnica –en los arbustos- a mitad del recorrido. Té, miel, tostadas, avena y banana suelen ser los clásicos para evitar problemas de digestión. Suena aburrido pero son efectivos.

• Es muy importante correr SIEMPRE hidratado. Tomar agua es fundamental para el organismo –entrenes o no por la mañana-. De no querer preparar desayuno –o no contar con tiempo- una bebida isotónica o batido pre entreno es una excelente opción.

• Cuando regreses a tu casa procura reponer energías y darte el gusto de comer como Dios manda si antes solo deglutiste algo con la intención de cortar el ayuno.