Con inscripciones abiertas desde el 1 de mayo, la Vuelta al Lago Epecuén continúa sumando corredores para sumarse a los 60, 21 o 10k. Tres opciones que se adaptan a todos los corredores que quieran vivir una experiencia única y movilizante: correr a través de la historia.

La prueba de ultradistancia de 60 kilómetros, sobre un terreno técnico sin grandes desniveles, suma más corredores que en otras ediciones que se animarán a experimentar una carrera única que, para 2023, se adhirió al Calendario Internacional de Ultradistancia de la Deutsche Ultramarathon-Vereinigung (DUV).

La costa del Lago Epecuén tiene barrancas, arena, suelo salino, arroyos, bosques de caldenes y campo, algunos caminos vecinales y las famosas ruinas de lo que fue la villa turística. Por todos esos lugares pasarán los participantes que tendrán garantizada un día a puro trail.

Esta prueba de trail no es exclusiva para ultramaratonistas y aventureros de la larga distancia, sino que, como siempre, contará con dos circuitos para quienes quieran presenciar este entorno único e irrepetible en el mundo.

Las inscripciones se encuentran abiertas en https://tyr.com.ar/epecuen2023.

Por eso, habrá una prueba de 21 y otra de 10km (las distancias son aproximadas y variables según el clima y el estado del terreno), para que todos puedan ser parte de una carrera especial que busca transformar el pasado en un presente próspero cargado de gratitud.

Hoy, sus herederos decidieron revalorizar a través de distintas experiencias que muestren su historia, sus huellas y su legado para no olvidar su pasado reciente.

Elevando el espíritu y la salud: los beneficios de correr en las montañas

Todos los circuitos pasarán entre las ruinas del pueblo que se inundó en 1985 y que, en los últimos años, volvió a emerger y ahora es Patrimonio Histórico de la Provincia de Buenos Aires. La carrera en el Lago Epecuén se origina en la idea de resignificar el pasado para unirlo con un futuro prometedor.

Durante décadas, las ruinas de este lugar quedaron sumergidas bajo el agua, congelando en el tiempo una historia que parecía olvidada. La misión de correr entre las ruinas de lo que fue una villa turística es una experiencia transformadora, tanto para el corredor, como para los habitantes del lugar.

La Vuelta al Lago Epecuén es correr a través de la historia. Y ya se convirtió en un símbolo de renacimiento y transformación, donde los corredores recorren los antiguos cimientos de lo que alguna vez fue un pueblo próspero, llevando consigo el legado de aquel lugar.

Cada zancada y cada paso dado representan la fuerza de la comunidad de Epecuén que se levanta nuevamente después de aquella adversidad que congeló en el tiempo una historia que parecía olvidada.

Villa Epecuén fue un pueblo que albergó a 1500 habitantes estables hasta que el 10 de noviembre de 1985 se inundó y todo cambió, para siempre. Sin embargo, en los últimos años, esa villa turística volvió a emerger entre las aguas.

Declarada como Patrimonio Histórico de la Provincia de Buenos Aires, esta geografía única convierte a la Vuelta al Lago Epecuén en una carrera de ultradistancia de aproximadamente 60 kilómetros que lleva a sus a bordear todo el espejo cristalino de casi 30 kilómetros de largo. Poseedor de un alto nivel de salinidad, similar al Mar Muerto, el lago Epecuén posee propiedades altamente curativas a través de sus aguas termales.

Lo que no te puede faltar para ir a tus entrenamientos

Bajo la premisa de resignificar el pasado para unirlo con un presente próspero, la Vuelta al Lago Epecuén se convirtió en uno de los eventos más importantes para los habitantes de Adolfo Alsina, cuya cabecera es la localidad de Carhué, distante a unos 10km de aquella villa turística que supo ser Epecuén, fundada en 1821 y que durante más de 60 años creció hasta alcanzar la posibilidad de hospedar a 5000 viajeros para convertirla en el segundo destino turístico de la provincia de Buenos Aires, por detrás de Mar del Plata.

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