Marearse cuando estás entrenando puede ser bastante habitual, incluso algunos atletas, especialmente durante los entrenamientos de velocidad, sufren de mareos o náuseas. Por lo general, esto no implica ningún problema grave de salud.

Si cuando estás corriendo te empezás a sentir mal y las náuseas te impiden continuar, lo mejor que podés hacer es parando el entrenamiento, respirar y caminar despacio, de manera de mantener la cabeza en alto.

Sentir mareos o náuseas al estar entrenando se da por diversos factores:

Exceso de ejercicio: No existe un entrenamiento que sea ideal para todos, ya que el cuerpo de uno no es el mismo del otro. Por lo que, es aconsejable elegir un entrenamiento que se adecué a tu cuerpo.

Deshidratación: No beber suficiente agua antes, durante y después del ejercicio provoca la deshidratación. En ese estado el cuerpo no tiene suficiente líquido para regular su temperatura. Por lo tanto, no solo debemos procurar ingerir de dos a tres litros de agua por día, sino también en los días de más calor incluir ocasionalmente una botella pequeña de bebida energética.

Déficit nutricional: Muchas personas eliminan por completo los carbohidratos de su dieta, creyendo erróneamente que así se quitarán esos kilos de más. Pero lo correcto es llevar una dieta equilibrada, que incluya carbohidratos en su justa medida, debido a que son el combustible que necesita el cuerpo para realizar la actividad física.

El estrés: Puede alterar el sistema nervioso durante el entrenamiento y afecta la digestión, pudiendo llegar a producir vómitos o malestares estomacales.

Hipoglucemia: Si una persona tiene niveles bajos de glucosa en la sangre es posible que se maree al hacer deporte, ya que el cuerpo utiliza el azúcar en forma de glucosa como fuente de energía para sus funciones.

Una vez que determinaste las causas que hacen que te marees al entrenar, ya podés poner en práctica algunos de los siguientes consejos:

  1. Calentamiento: Antes de entrenar calentá bien el cuerpo. No hagas movimientos bruscos, especialmente con la cabeza y estudiá bien cuál es tu límite. Lo más recomendable es que contar con un entrenador especializado, para que te pueda ayudar y aconsejar en todo momento.
  2. Hidrátate: Bebé líquidos antes, durante y al finalizar tu entrenamiento.
  3. Comé: No hagas deporte en ayunas. Comé algo ligero antes de entrenar y realizá una comida basada en carbohidratos complejos y proteínas después de tu entrenamiento.
  4. Respirá: Una respiración adecuada es definitiva para evitar los mareos al hacer deporte. De esta manera, se lograr repartir el oxígeno por todo tu organismo y así este pueda realizar todas sus funciones correctamente.
  5. Descansá: Tu cuerpo necesita tomarse un descanso para seguir adelante. De esta manera, evitarás los mareos y podrás continuar con tu rutina deportiva. Evitá llegar al sobreesfuerzo.
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