El proceso de generación de energía en el cuerpo humano se basa principalmente en el oxígeno, pero cuando nos encontramos en situaciones de agotamiento de combustible, como en intensas sesiones de entrenamiento, el ácido láctico, producto de la metabolización de la glucosa, es generado rápidamente. A medida que el cuerpo se enfrenta a una mayor demanda y prolongada actividad, este ácido se acumula, provocando sensaciones de ardor y fatiga muscular.

Además de adoptar una rutina de ejercicios progresivos para preparar el cuerpo ante esta acumulación, resulta fundamental aplicar estiramientos adecuados y seleccionar una dieta que contribuya a minimizar la presencia de ácido láctico.

Aquí se presentan algunas recomendaciones prácticas:

  • Es fundamental mantenerse bien hidratado, incorporando una ingesta adecuada de agua junto con los alimentos. El agua desempeña un papel crucial en la hidratación corporal, facilitando la descomposición y eliminación del ácido láctico. Además, la inclusión de alimentos como pepinos y tomates en la dieta puede resultar beneficioso.
  • La integración de alimentos ricos en proteínas, como nueces, semillas, lino, carnes magras y proteína de soja en la alimentación diaria, es esencial. Estos alimentos ayudan en la recuperación muscular y proporcionan el combustible necesario para un óptimo desarrollo muscular, lo que a su vez ayuda a manejar mejor la acumulación de ácido láctico.
  • Después de cada sesión de ejercicio, es recomendable consumir una cantidad considerable de verduras de hojas verdes, especialmente aquellas de naturaleza alcalina, que favorecen el sano crecimiento muscular y reducen la acumulación de ácido láctico. Vegetales como tomates, espinacas, brócoli y col son excelentes opciones alcalinas para este propósito.
  • La inclusión de frutas antes y después del ejercicio es beneficiosa para proporcionar una descarga de energía que ayuda al cuerpo a afrontar el estrés físico y a recuperarse después del esfuerzo. Frutas como manzanas, bananas y naranjas son especialmente útiles en este contexto.
  • En casos en los que los cambios en la dieta no reduzcan significativamente la acumulación de ácido láctico, el consumo de un suplemento de glutamina después del entrenamiento puede ser considerado. Estos suplementos pueden aumentar la síntesis de proteínas y reducir el tiempo de recuperación muscular posterior al ejercicio.

Es importante recalcar que estas sugerencias son orientativas y se recomienda encarecidamente consultar a un profesional médico antes de realizar cambios significativos en la dieta o de incorporar suplementos, para garantizar una práctica saludable y adaptada a las necesidades individuales.

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