No siempre correr rápido es lo mejor. No hace falta tener una gran velocidad para llegar a ciertas distancias, porque yendo despacio también se puede llegar lejos. Correr despacio, una modalidad que puede parecer improductiva, pero que, contra todo pronóstico, también tiene sus ventajas.

A continuación conocerás los beneficios de correr despacio:

1- Apto para principiantes:

Si tratás de correr mucho y muy rápido en las primeras sesiones te puede resultar contraproducente, además de llegar a sentirte incapaz de lograrlo, agobiarte o no encontrar la motivación porque el esfuerzo que te supone es demasiado elevado. Por eso, en primer lugar, podés correr despacio para ir teniendo rodaje y experiencia.

2- Trabaja la zona aeróbica:

Realizar trotes suaves te puede ayudar a trabajar la zona aeróbica, cuyo gasto energético recurre a las grasas, para obtener energía. Asimismo, aumenta el suministro de oxígeno y retrasa la fatiga.

3- Aprender a respirar:

Si no respirás bien, además de cansarte mucho antes, no conseguirás aumentar tu capacidad pulmonar y, por lo tanto, te costará más mejorar tu rendimiento físico.

Si estás respirando demasiado rápido, intentá de hacerlo más lento. Intentá respirar por la nariz tanto como puedas. La respiración bucal es una respuesta al estrés, por lo cual, centrarte en la respiración nasal te mantiene en un estado más relajado.

4- Buen ejercicio de recuperación:

Los ejercicios de recuperación no siempre deben ser estáticos o pasar directamente al reposo total. Una carrera suave durante un tiempo prolongado es una buena alternativa.

5- Aumentar la resistencia:

Correr despacio no te ayudará a ganar velocidad, pero sí a mantener más tiempo el ejercicio y, por lo tanto, a mejorar tu resistencia, retrasar la fatiga y ganar forma física.

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