La crioterapia, también conocida como terapia de frío, puede ser usada para tratar una variedad de lesiones de tejidos, dolores musculares, esguinces e inflamación después de daños a tejido blando o cirugías.

La crioterapia es un tratamiento en el que se usa un frío intenso para congelar y destruir un tejido enfermo. Durante la crioterapia se hace fluir nitrógeno líquido a alta presión adentro unas cámaras, en donde se introduce la mayor parte del cuerpo menos la cabeza. Esto crea un frío intenso que el médico utiliza para congelar y destruir el tejido enfermo.

La crioterapia de cuerpo entero implica exponer el cuerpo a vapores que alcanzan temperaturas muy bajas, en las que se puede llegar a estar por debajo de los -200.

Además de estas ‘cámaras’, también existen diferentes formas de poder replicar (en menor medida) los efectos que genera hacer la crioterapia en estas máquinas: geles, sprays, criomasaje y criocinética.

La crioterapia ayuda a bajar la temperatura corporal evitando el daño muscular causado por el aumento de temperatura que se produce durante y tras esfuerzos intensos. También tiene efectos antiinflamatorios, aumenta la vasoconstricción disminuyendo el dolor y además tiene un efecto de relajación por la liberación de endorfinas y serotonina”, comentó el doctor Juan García Nieto Portabella, especialista en Medicina del Deporte, en una charla con Runner’s World.

Los efectos fisiológicos de la crioterapia son:

  • Disminuye la temperatura corporal.
  • Reduce la extensión del tejido por falta de oxígeno.
  • Disminuye los edemas e inflamaciones por la reducción del flujo sanguíneo.
  • Desaparece cualquier sensación de dolor, debido al aumento del umbral del dolor y el espasmo muscular, provocando por consiguiente una relajación muscular.
  • Vasoconstricción producida por el aumento de la presión arterial, seguida de una vasodilatación.
  • Efecto antiespasmódico.
  • Aumento del metabolismo a expensas de las grasas.
  • Acción diurética.
  • Disminución de la inflamación.
  • Disminución del edema.

Para usarla por primera vez es recomendable dejarse aconsejar por expertos, iniciarse progresivamente, respetar los tiempos aconsejados, conocer las contraindicaciones (si tenés problemas cardíacos, insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial, enfermedades vasculares, anemia o hipertiroidismo no debes utilizarla) y nunca hacerlo solo”, aconsejó Portabella.

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