Seguramente el correr sin compañía te parece aburrido, desmotivador y poco atractivo. Tal vez te planteaste dejar de correr/entrenar, debido a que lo hacías solo. Pero entrenar solo no es tan malo como parece, solamente te hace falta encontrar esa motivación para que te animes a salir a correr en solitario.

A continuación conocerás las cinco reglas para encontrar la motivación y así poder salir a correr sin ningún tipo de compañía:

1- No perder nunca el hábito:

Si te estabas preparando para una carrera, este puede ser un buen momento para rebajar el volumen y la intensidad de tus entrenamientos y cambiar el foco. Mantener algunos de los hábitos de carrera te ayudará a no perder lo que ya habías ganado durante los entrenamientos anteriores.

Normalmente los hábitos se mantienen gracias a estímulos externos: 

  • Salir a correr a la hora de siempre.
  • Ponerte la ropa de hacer deporte nada más levantarte.
  • Dejar las zapatillas de running en la puerta.
  • Tener planes de entrenamiento.

2- Desconectar para volver a conectar:

Optá por salir a correr por el parque o por cualquier entorno natural como la montaña, ya que puede mejorar tu experiencia de correr sin compañía. Centrarte en el entorno que te rodea y en sus sonidos hace que correr te sea más placentero y que lo disfrutes más, porque la atención se aleja de las molestias que podrías sentir en la ciudad.

En el caso que no puedas entrenar en un entorno natural, escuchar música o alguno de los mejores podcast sobre running puede ser una buena manera de entrenar en soledad.

Otra opción es: desconectar de toda tecnología externa. Es decir, salir a correr sin reloj, ni celular ni ningún otro tipo de aparato tecnológico que te ayude a controlar tus carreras.

3- Correr como los profesionales:

Probá a fijarte en la tensión de los músculos o de la cara y usá esas sensaciones como una señal para relajar las manos y los brazos. Si te fijás regularmente en tu respiración al correr, mejorarás tu ritmo: si te das cuenta de que estás respirando muy fuerte, es señal de que tenés que bajar la velocidad.

4- Pensar como los profesionales:

En ciertas ocasiones, cuando correr se hace difícil, los pensamientos que pasan por la cabeza se vuelven negativos y puede que, al correr sin compañía, te repitas todo el rato frases que no te van a ayudar en lo psicológico.

Hay estudios en los que se muestra que repetirse frases positivas ayuda a que la carrera sea más fácil, genera confianza en uno mismo y te ayuda a atravesar momentos difíciles.

5- Pensar, hablar e imaginar:

Mantener el compromiso de correr puede ser difícil. Ponerse metas que inspiren, como hacer un tiempo concreto, te centrará. Imaginarse a uno mismo en la salida o cruzando la meta puede hacer que te comprometas más y tengas más motivación.

Las estrategias de desconexión, de mejorar el ritmo y de aprender a relajarse o a hablarse a uno mismo, pueden hacer que correr en solitario sea más fácil.

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