Estos son los efectos negativos del sobreentrenamiento
El sobreentrenamiento se produce cuando te exigís más allá de tu capacidad de recuperación. El exceso de entrenamiento provoca que el cuerpo no se recupere del esfuerzo que realizaste como debería de hacerlo normalmente. Esto suele ocurrir debido a que el cuerpo produce una frecuencia que no puede asimilar o una intensidad demasiado alta.
En el entrenamiento es muy importante encontrar un equilibrio entre la sobrecarga y la recuperación, ya que si te sometés a altos períodos de entrenamiento sin descanso o a una intensidad desmesurada, el cuerpo puede experimentar una serie de cambios y anomalías.
Además, el sobreentrenamiento, también puede provocar ciertos trastornos que afectarían a tu salud como: un aumento de la frecuencia cardíaca máxima en reposo, dificultad para pensar con rapidez, problemas musculares o empobrecimiento de los reflejos naturales.
Los síntomas de la fatiga por sobreentrenamiento suelen manifestarse de forma distinta en cada deportista, pero hay algunas manifestaciones que pueden hacerte dar cuenta que te estás pasando con los entrenamientos:
- Agotamiento.
- Insomnio.
- No progresar en los entrenamientos.
- Dolores musculares.
- Enfermedades frecuentes.
- Falta de concentración.
- Inestabilidad emocional.
- Aumento de peso.
- Exceso de sed.
- Aumento de la frecuencia cardiaca estando en reposo.
Para evitar caer en este problema, podés tratar de ser menos exigente a la hora de planificar tus entrenamientos. Intentá hacerlos con cabeza, cuidá tu alimentación y descansá adecuadamente. Dale a tu cuerpo el descanso que necesita para recuperarse y seguí un estilo de vida saludable cuando no estés practicando deporte.
Hacé ejercicio de baja intensidad o, mejor aún, date unos días de descanso. Tomá mucho líquido y hacé una dieta equilibrada. Un masaje completo ayuda a relajar los músculos, pero también la mente. En algunos casos, se puede necesitar tratamiento psicológico, cuando el sobreentrenamiento es producto de la obsesión.
También es muy recomendable ponerse en manos de entrenadores personales y profesionales de la actividad física, para que te guíen y planifiquen el ejercicio en torno a tus objetivos.