Está más que claro que son muchos los factores que hay que tener en cuenta a la hora de correr, y una de ellos es la alimentación. Saber qué comidas conviene comer en la época de verano, es una de las claves para tu entrenamiento, para que en este momento del año no se te haga pesado y complicado de llevar.

En el verano hay mucha variedad de frutas que se pueden combinar, variar estos alimentos y comer cosas frescas es muy buena opción. Existen varias frutas que además de llenarte, te hidratan al mismo tiempo, como en el caso de la sandía, la naranja o la mandarina, son algunas de las frutas que podés optar (de las tantas que hay) en consumir y que hagan esta doble función.

Elegir alguna fruta para el desayuno es una gran opción y podés combinarla con alguna bebida fresca, para así evitar el calor de beber té, café o mate. Un licuado, ya sea con agua o leche, va a ser un muy buen complemento para tus mañanas. Además, también contás con la opción de poder hacerte un jugo natural (ya que contarás con la mayoría de las frutas que desees consumir en tu heladera).

Estos alimentos y bebidas también los podés repetir como merienda, cualquier cosa cambiá la fruta que vayas a comer para que no se te haga repetitivo.

En cuanto a la comida que vas a almorzar, si el calor es demasiado y no querés comer una comida caliente, elegí hacer/pedir una ensalada. La variedad de comidas frías que le podés agregar a este plato son demasiadas. Mientras que en la cena podés optar por una comida caliente, ya que las temperaturas altas del día descenderán por la noche.

Además de las comidas, mantener la hidratación es muy importante en esta época del año. En lo posible siempre contá con una botella de agua a donde vayas. Si vas a entrenar es bueno que te lleves de más o que sepas que las podés recargar, ya que seguramente consumas más de lo habitual, debido al calor del día.

Asimismo, tomar agua puede ayudar a los corredores a acelerar la recuperación del cuerpo. Ayuda al cuerpo a digerir nutrientes esenciales, reparar el músculo y reemplazar los fluidos y minerales que se perdieron durante una carrera/entrenamiento.

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