A medida que el sol calienta las calles y los días se alargan, los corredores ansían salir y disfrutar de sus carreras bajo el resplandor del verano. Sin embargo, correr en temperaturas más altas presenta desafíos únicos, y cometer ciertos errores puede afectar tanto el rendimiento como la salud.

La llegada del verano no da tregua y los runners deben atravesar nuevas olas de calor (temperaturas de más de 40º grados a lo largo del día y superiores a 20º por la noche), cada vez con más frecuencia, debido al cambio climático.

Si bien las competencias suelen quedar de lado, el entrenamiento es una parte fundamental en la vida de todo buen corredor (que se precie de serlo) y, aunque hay días en los que la decisión más sabia es cancelar la corrida, el resto de la temporada es necesario tener una estrategia para sobrellevar el calor asfixiante y la exposición solar estival.

Uno de los errores más críticos es subestimar la importancia de la hidratación. El calor aumenta la pérdida de líquidos a través del sudor, por lo que es esencial beber agua antes, durante y después de la carrera para evitar la deshidratación.

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Además del agua, el sudor también elimina electrolitos esenciales como sodio y potasio. Considera el uso de bebidas deportivas o suplementos para reponer estos nutrientes y evitar los desequilibrios electrolíticos.

Asimismo, al igual que hay que prestar atención con los líquidos, es importante cuidarte de la exposición prolongada al sol, porque puede ser perjudicial para la piel. No olvides ponerte protector solar antes de salir a correr para protegerte contra los daños del sol y reducir el riesgo de quemaduras.

Bajo esta misma línea de la temperatura del día, correr en el pico del calor de ese momento puede ser agotador. Optá por correr temprano en la mañana o al atardecer para evitar las temperaturas más altas y reducir el riesgo de agotamiento por calor; sin dudas correr por la noche también es una opción, pero vas a tener que hacerlo con más cuidados que cuando entrenás en el día.

Correr de noche: consejos para una experiencia segura y placentera

Errores que se deben evitar cuando se corre con mucho calor:

  • Vestir inadecuadamente: Usar ropa oscura o demasiado ajustada puede aumentar la retención de calor.
  • No ajustar el ritmo: El calor puede afectar el rendimiento, y tratar de mantener el mismo ritmo que en condiciones más frescas puede llevar al agotamiento.
  • No escuchar a tu cuerpo: La señalización del cuerpo es clave, si sentís mareos, debilidad o náuseas, frená y buscá un lugar con sombra.
  • No planificar rutas con sombras: Correr constantemente bajo el sol puede aumentar el riesgo de agotamiento por calor y hasta poder llegar a sufrir golpes de calor.
  • No adaptarse gradualmente: Si estás acostumbrado a correr en climas más frescos, adaptá gradualmente tu cuerpo al calor.
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