En un mundo que cada vez todo se hace más rápido y el rendimiento que se pide siempre es el máximo, la idea de correr despacio puede parecer contradictorio para muchos. Sin embargo, en la comunidad de corredores, hay una apreciación creciente por los beneficios que brinda la carrera a un ritmo más pausado. Correr despacio no solo es una opción válida, sino que también puede ser una herramienta poderosa para mejorar el rendimiento y la salud a largo plazo.

Correr despacio no se trata de un rendimiento inferior, sino de cultiva una relación más profunda con la carrera y el propio cuerpo. Al adoptar este enfoque, los corredores pueden descubrir una nueva apreciación por la belleza de cada paso y disfrutar de los beneficios que ofrece este ritmo más tranquilo.

Beneficios de correr despacio

Apto para principiantes:

Si tratás de correr mucho y muy rápido en las primeras sesiones te puede resultar contraproducente, además de llegar a sentirte incapaz de lograrlo, agobiarte o no encontrar la motivación porque el esfuerzo que te supone es demasiado elevado. Por eso, en primer lugar, podés correr despacio para ir teniendo rodaje y experiencia.

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Trabaja la zona aeróbica:

Realizar trotes suaves te puede ayudar a trabajar la zona aeróbica, cuyo gasto energético recurre a las grasas, para obtener energía. Asimismo, aumenta el suministro de oxígeno y retrasa la fatiga.

Aprender a respirar:

Si no respirás bien, además de cansarte mucho antes, no conseguirás aumentar tu capacidad pulmonar y, por lo tanto, te costará más mejorar tu rendimiento físico.

Si estás respirando demasiado rápido, intentá de hacerlo más lento. Probá de respirar por la nariz tanto como puedas. La respiración bucal es una respuesta al estrés, por lo cual, centrarte en la respiración nasal te mantiene en un estado más relajado.

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Buen ejercicio de recuperación:

Los ejercicios de recuperación no siempre deben ser estáticos o pasar directamente al reposo total. Una carrera suave durante un tiempo prolongado es una buena alternativa. Esto puede integrarse efectivamente en un enfoque de recuperación activa.

Esta práctica facilita la circulación sanguínea, ayuda a eliminar residuos metabólicos y proporciona una manera suave pero efectiva de mantenerse en movimiento durante periodos de descanso o recuperación activa.

Aumentar la resistencia:

Correr despacio no te ayudará a ganar velocidad, pero sí a mantener más tiempo el ejercicio y, por lo tanto, a mejorar tu resistencia, retrasar la fatiga y ganar forma física.

Correr a un ritmo más lento puede ser una estrategia para fomentar la longevidad en la carrera. Al reducir el impacto en el cuerpo y minimizar el estrés, los corredores pueden disfrutar de una práctica sostenible y duradera a lo largo del tiempo.

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