El verano es una época emocionante para las corredoras, pero los largos entrenamientos al aire libre bajo el sol pueden afectar la piel de manera significativa. A medida que la temporada llega a su fin, es esencial brindar a la piel el cuidado necesario para recuperarse y mantener su salud.

El running bajo el sol del verano puede dejar huellas en la piel. Al prestar cuidados adecuados y específicos, es posible restaurar y mantener la salud de la piel después de un período intenso de entrenamiento al aire libre. La hidratación, la protección solar, la exfoliación suave y el descanso son elementos clave para asegurar que la piel se recupere y se mantenga radiante y saludable.

Recordá que cuidar la piel es un paso fundamental en tu rutina post-veraniega como corredora. Al proporcionarle a tu piel el amor y la atención que necesita, podrás continuar tu pasión por correr con una piel sana y radiante.

Cuidados para tener en cuenta si salís a correr en verano

  1. Hidratación profunda: La exposición al sol y el aire caliente pueden deshidratar la piel. Es esencial restaurar la hidratación perdida utilizando cremas hidratantes ricas en ingredientes como ácido hialurónico, glicerina o aloe vera. Estos ingredientes ayudan a restaurar la humedad y a calmar la piel después de largas sesiones de running bajo el sol.
  2. Protección y reparación solar: El uso constante de protector solar durante la carrera es crucial, pero también es importante aplicar productos que reparen y protejan la piel después de la exposición. Cremas o lociones con propiedades antioxidantes como la vitamina C o E pueden ayudar a contrarrestar los efectos del daño solar.
  3. Exfoliación suave: Una exfoliación suave es clave para eliminar las células muertas de la piel acumuladas durante el verano. Opta por exfoliantes suaves que no irriten la piel y promuevan la renovación celular. Esto ayuda a mantener la piel fresca y prevenir problemas como los poros obstruidos.
  4. Cuidado específico para zonas sensibles: Algunas áreas del cuerpo pueden haber estado más expuestas al sol que otras, como el rostro o los hombros. Aplicar productos específicos para estas áreas, como sueros o cremas con ingredientes calmantes y reparadores, puede ayudar a recuperar la salud y la vitalidad de la piel en estas zonas.
  5. Descanso y recuperación: El descanso adecuado no solo es importante para el cuerpo, sino también para la piel. Durante la noche, la piel se repara a sí misma. Asegúrate de dormir lo suficiente para que la piel pueda regenerarse y sanar después de los rigores del verano.
  6. Consultá con un dermatólogo: Si notás cambios significativos en la piel, como manchas, irritación persistente o enrojecimiento, es recomendable consultar a un dermatólogo. Un profesional puede proporcionar orientación específica según las necesidades individuales de tu piel.
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