En el mundo del running, muchos corredores se muestran reacios a dedicar tiempo al estiramiento, en los que priorizan la extensión de un kilómetro adicional sobre la realización de unos breves 5 minutos de ejercicios de flexibilidad. Sin embargo, el estiramiento emerge como un aliado fundamental para los corredores, y desempeña un papel crucial en la prevención de lesiones a nivel muscular y articular.

La necesidad de incorporar el estiramiento a la rutina post-entrenamiento se vuelve aún más destacada. Este paso, independientemente de la velocidad, la distancia recorrida o el tipo de ejercicio realizado, no debe ser pasado por alto en ningún escenario. El estiramiento muscular después del esfuerzo físico se convierte en un componente esencial e ineludible para una óptima recuperación y la prevención de posibles lesiones.

Los ejercicios de estiramiento, cuando se ejecutan correctamente, requieren poco tiempo y aportan numerosos beneficios. Cada maniobra, enfocada en grupos musculares específicos, debe mantenerse entre 10 y 30 segundos, realizándola de manera consciente para sentir la elongación desde el origen hasta la inserción muscular. La destreza y la conciencia permiten que en tan solo 16 segundos se experimente adecuadamente la sensación de elongación muscular, aunque durante el período de aprendizaje la duración pueda extenderse unos segundos más.

Un estiramiento completo, que abarca isquiotibiales, cuádriceps, psoas, gemelos, sóleo, glúteos, dorsales, tríceps, supraespinoso y trapecio, puede completarse en aproximadamente 6 minutos, como máximo. Aunque pueda percibirse como un proceso tedioso, el corto tiempo invertido en estiramiento se traduce en beneficios significativos para la salud muscular y la prevención de lesiones, reforzando la importancia de incluir esta práctica en la rutina post-ejercicio de todo corredor comprometido con su bienestar físico.

La ciencia detrás del estiramiento correcto

El estiramiento adecuado después de la actividad física no solo es una práctica intuitiva, sino que está respaldado por la ciencia. Estudios demuestran que el estiramiento contribuye a mejorar la flexibilidad, reducir la rigidez muscular y promover la circulación sanguínea. Además, facilita la eliminación de ácido láctico acumulado durante el ejercicio intenso, aliviando así la sensación de fatiga y acelera el proceso de recuperación.

Además, la efectividad del estiramiento radica en la técnica y la regularidad. Es crucial no comprometer la calidad del estiramiento por la prisa. Cada movimiento debe realizarse de manera suave y controlada, en los que hay que evitar rebotes que pueden aumentar el riesgo de lesiones. Integrar el estiramiento en la rutina de entrenamiento de forma regular, no solo después de correr, puede contribuir a mantener la flexibilidad a largo plazo y prevenir lesiones crónicas.

Por último, existen diferentes técnicas de estiramiento, y la elección de la más adecuada puede depender de varios factores, como el tipo de ejercicio realizado y la preferencia personal. El estiramiento estático, dinámico y de yoga son solo algunas opciones que los corredores pueden explorar para encontrar la modalidad que se ajuste mejor a sus necesidades y objetivos específicos de entrenamiento. La diversificación en los métodos de estiramiento puede mantener la práctica interesante y beneficiosa a lo largo del tiempo.

¿Qué te pareció esta nota? Dejanos tu comentario y compartila